Mi primer contacto directo con este señor fue en una cafetería de su ciudad natal. Estaba yo charlando en mi mesa cuando Arturo llegó y me dijo si estaba ocupada la silla de mi lado. "No, está libre" le contesté con una sonrisa. Ya por entonces era uno de mis escritores contemporáneos favoritos. La persona que estaba conmigo me dijo: "Esa cara me suena... ¿no es uno de los bedeles de la universidad?" No me tiré al suelo de risa por respeto a Arturo, que lo tenía a mi espalda. "¡Es Pérez Reverte!" dije con lagrimas en los ojos, "¡Pero si has leído libros suyos!". En aquella época creo que acababa de sacar "El club Dumas", y su actitud o su cara podían ser la del vecino, la del panadero, la del bedel de la uni; caras que ves todos los días, pero en un momento no asocias. Eso es lo que a veces le pasa con Pérez Reverte a la gente de mi edad: lo veía desde joven en el telediario haciendo sus crónicas de guerra mientras nos tomábamos la sopa caliente, y te daban ganas de ponerle un plato a la mesa. Hoy en día es uno de los escritores de más éxito de este país, si no el que más, su cara es conocida y sus libros se llevan a la gran pantalla. Pero lo que más me gusta de él es que el éxito no le ha cambiado, sigue siendo crítico, dice las cosas claras, no se deja llevar por los embarrados caminos de la política...está libre. Si lo has hecho mal, da igual que seas rojo, azul, amarillo o violeta... notarás su lengua afilada cerca de tu cuello. Sus ideas coinciden mucho con las mías y cada fin de semana espero su artículo que publica en el XLSemanal (http://hoy.xlsemanal.com) para ver qué títere descabeza su lengua de verdad cortante.
Por la forma de dirigir a éste pais yo le daba el nombre de "tonto del culo", pero no. El filósofo Gustavo Bueno le da un nombre y explicación mucho mejor: "Zapatero y el pensamiento Alicia" que se ha materializado como libro en el que analiza como este gobierno se deja llevar por métodos propios de la ensoñación infantil para despachar problemas que acucian al mundo. El profesor Bueno nos advierte que: "El pensamiento Alicia deriva en un pensamiento hipócrita y de mala fe". Saquen sus propias conclusiones
No os asusteis. Aunque el título lo sugiera no voy a hablar de política. Es increible que la gente se movilice para unas cosas aunque sean absurdas y para otras en apariencia mas importantes, no. ¡Cosas del ser humano! Lo que quería comentar es que unos seudo-científicos zumbaos, decidieron hacer su experimente este verano e hicieron publicidad por la red para que el 20 de julio a la hora GMT indicada, todos los que se habían registrado en su página saltasen a la vez. Si, un salto, nada raro en principio. Según ellos lo hicieron unas 600.000 personas... y ¿para qué? os preguntaréis: pues no se les ocurrió otra cosa que probar a hacer saltar a mucha gente, para ver si podían desviar a la Tierra de su órbita. ¡Qué grillados! ...para que hubiesen tenido razón y hubiesen provocado una catastrofe. Al final los resultados han dicho que la Tierra ni se ha enterado. ¡Y es que nuestro viejo planeta está acostumbrado a los locos!: unos tiran bombas y otros dan saltos. http://www.worldjumpday.org/
Las dictaduras ya no son como las de antes. Yo las veo como las de Chavez en Venezuela: un charlatan que va idiotizando a la gente machacandola con sus ideas por la tele, la radio y contando todo el día chascarrillos para que no nos olvidemos que está ahí, como el "Gran Hermano" de George Orwell. Esta es la sinopsis de la película que vivimos en España. Espero que cuando siga leyendo la carátula me encuentre este dato: duración - 35 minutos, es decir, que sea un corto experimental y no un "Montaje del Director" de 179 min.
Mi primer contacto directo con este señor fue en una cafetería de su ciudad natal. Estaba yo charlando en mi mesa cuando Arturo llegó y me dijo si estaba ocupada la silla de mi lado. "No, está libre" le contesté con una sonrisa. Ya por entonces era uno de mis escritores contemporáneos favoritos. La persona que estaba conmigo me dijo: "Esa cara me suena... ¿no es uno de los bedeles de la universidad?" No me tiré al suelo de risa por respeto a Arturo, que lo tenía a mi espalda. "¡Es Pérez Reverte!" dije con lagrimas en los ojos, "¡Pero si has leído libros suyos!". En aquella época creo que acababa de sacar "El club Dumas", y su actitud o su cara podían ser la del vecino, la del panadero, la del bedel de la uni; caras que ves todos los días, pero en un momento no asocias. Eso es lo que a veces le pasa con Pérez Reverte a la gente de mi edad: lo veía desde joven en el telediario haciendo sus crónicas de guerra mientras nos tomábamos la sopa caliente, y te daban ganas de ponerle un plato a la mesa.
