29 octubre 2006

Está libre

Mi primer contacto directo con este señor fue en una cafetería de su ciudad natal. Estaba yo charlando en mi mesa cuando Arturo llegó y me dijo si estaba ocupada la silla de mi lado. "No, está libre" le contesté con una sonrisa. Ya por entonces era uno de mis escritores contemporáneos favoritos. La persona que estaba conmigo me dijo: "Esa cara me suena... ¿no es uno de los bedeles de la universidad?" No me tiré al suelo de risa por respeto a Arturo, que lo tenía a mi espalda. "¡Es Pérez Reverte!" dije con lagrimas en los ojos, "¡Pero si has leído libros suyos!". En aquella época creo que acababa de sacar "El club Dumas", y su actitud o su cara podían ser la del vecino, la del panadero, la del bedel de la uni; caras que ves todos los días, pero en un momento no asocias. Eso es lo que a veces le pasa con Pérez Reverte a la gente de mi edad: lo veía desde joven en el telediario haciendo sus crónicas de guerra mientras nos tomábamos la sopa caliente, y te daban ganas de ponerle un plato a la mesa.
Hoy en día es uno de los escritores de más éxito de este país, si no el que más, su cara es conocida y sus libros se llevan a la gran pantalla. Pero lo que más me gusta de él es que el éxito no le ha cambiado, sigue siendo crítico, dice las cosas claras, no se deja llevar por los embarrados caminos de la política...
está libre. Si lo has hecho mal, da igual que seas rojo, azul, amarillo o violeta... notarás su lengua afilada cerca de tu cuello.
Sus ideas coinciden mucho con las mías y cada fin de semana espero su artículo que publica en el XLSemanal (http://hoy.xlsemanal.com) para ver qué títere descabeza su lengua de verdad cortante.